top of page

EN MEMORIA DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL 68 (MASACRE).

 

Se conoce al 68 como el año cumbre de un período revolucionario mundial 
donde las masas avanzan en su lucha logrando victorias en diversos 
frentes. Cuando los sucesos del 68 dieron inicio en México, ya se había 
dado la caída de Charles de Gaulle en Francia, en lo que se conoció como 
el “Mayo Francés”, donde el papel de los estudiantes fue fundamental 
para, con su entusiasmo, facilitar la participación de los vecinos del Barrio 
Latino, primero, y después los obreros, quienes llevaron a una Huelga 
Nacional a Francia que hizo temblar a todo el sistema, donde no faltaron 
los enfrentamientos callejeros y las barricadas en distintos puntos de 
París.

En México inicia como una forma de provocación a la marcha del Partido 
Comunista, dándose una serie de protestas que con la justificación de las 
Olimpiadas a organizarse en nuestro país, fueron reprimidas puntualmente 
por el Estado mexicano, dándose el fenómeno de los Mártires del 
68, donde jóvenes estudiantes, obreros, amas de casa, maestras embarazadas 
y niños los asesinó el Estado mexicano en distintos momentos, 
culminando en la fatídica fecha del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de 
las Tres Culturas de Tlatelolco, donde se estima que murieron más de 
700 asistentes a la manifestación. El movimiento estudiantil del 68 fue para unos el paredón donde se ametrallaron los sueños de libertad y para otros la forma en que se salvaguardó la seguridad de la nación. Independientemente del punto de vista con que se vea, son ya treinta y tres años de inspirar todo tipo de emociones, posturas u opiniones. 2 de Octubre de 1968: la matanza de Tlatelolco”

En 1967 la comisión olímpica mexicana logra que se le otorgue la sede de las próximas olimpiadas a México, a celebrarse en el año de 1968. Esto hace que el país comience a sufrir algunas transformaciones para preparar la llegada de las Olimpiadas. El gobierno llevó a cabo obras públicas a más no poder, construyendo estadios y arreglando avenidas, además de construir la famosa Villa Olímpica, la cual daría alojo a los atletas que vendrían de todas partes del mundo. Es entonces en 1968 cuando se suscitan los primeros movimientos insurrectos en la UNAM, en México.

Todo el movimiento estudiantil comenzó el 22 de Julio de 1968 con un pleito callejero entre pandillas estudiantiles de la ciudad: "Los ciudadelos" y "Los arañas", frente a la preparatoria Isaac Ochoterena; la cual fue detenida por elementos del cuerpo de granaderos. Desgraciadamente, algunos de los pandilleros se escondieron en las preparatorias y los agentes de seguridad tuvieron que entrar por ellos.

Esto provoco que los alumnos se sintieran heridos en su autonomía y exigieran a las autoridades que este tipo de agresiones no se repitiera. El gobierno estaba preocupado por dar una imagen de paz social y de bienestar general.

Las agresiones de los jóvenes preparatorianos no paraban y la fuerza publica se veía forzada a actuar para mantener el orden que quería el gobierno.

Las marchas, movilizaciones y manifestaciones comenzaron a realizarse con más frecuencia y mayor concurrencia. Los estudiantes indignados lanzaron un manifiesto de seis puntos y formaron el Consejo Nacional de Huelga (CNH), que estaba integrado por 250 representantes de la Universidad Autónoma, el Politécnico y un centenar de facultades.

El gobierno cometió el error de quererlos ignorar y no los escucho. Se quiso imponer por la fuerza. El acierto de los estudiantes fue el granjearse el cariño del pueblo y hacer suyas las demandas más sentidas de la sociedad: Democracia y Libertad.

Los Universitarios tomaron el control del movimiento y le dieron base filosófica y de acción. Las brigadas para recabar fondos funcionaron muy bien, gracias a la colaboración del pueblo que se veía reflejado en esa juventud impetuosa.

Comenzaron las marchas al zócalo capitalino. Primero estudiantes, después maestros y en el camino, amas de casa, ferrocarrileros, obreros, etc.

En el Consejo Nacional de Huelga se discutían las bases filosóficas del movimiento. Estaban representados todas la escuelas Universitarias y del Politécnico Nacional.

El 22 de julio se registró una pelea entre estudiantes de la Vocacional 2 del IPN y de la preparatoria particular Isaac Ochoterena, en la Ciudadela. Al día siguiente, en represalia, preparatorianos universitarios apedrearon la Vocacional 2.

El 26 de julio una manifestación de estudiantes que conmemoraba la Revolución Cubana chocó con otra organizada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), que protestaban por la intervención policiaca durante la pelea entre alumnos de la Vocacional 2 y los preparatorianos. La manifestación fue reprimida duramente por la policía. Los días siguientes tuvieron lugar enfrentamientos entre policías y estudiantes.

El 29 de julio la policía y el ejército rodearon planteles escolares de la Preparatoria Nacional y del IPN, sobre todo en el centro de la ciudad. Con un disparo de bazooka fue destruida una puerta colonial de la Preparatoria 1. Los planteles 1, 2, 3, 4 y 5 de la ENP fueron tomados por las fuerzas públicas.( El 1, 2 y 3 de agosto fueron devueltos los planteles a la UNAM).

El 30 de julio, en la Ciudad Universitaria, el rector Barros Sierra izó la bandera nacional a media asta y las transmisiones de Radio UNAM concluyeron temprano, en señal de luto. La policía abandonó las instalaciones de la Preparatoria 5.

El 1 de agosto el rector encabezó una manifestación que, desde CU, recorrió la avenida Insurgentes hasta Félix Cuevas, dobló por ésta hacia avenida Coyoacán y regresó por la avenida de la Universidad al punto de partida, concluyendo con un mensaje del ingeniero Barros Sierra. El presidente Díaz Ordaz, en un discurso pronunciado en Guadalajara, ofreció su "mano tendida" a quien quisiera estrecharla. Al día siguiente fue formado el Consejo Nacional de Huelga (CNH).

Para el 4 de agosto, el movimiento estudiantil ya había elaborado un pliego petitorio que invalidaba el de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), y contenía los siguientes puntos:

1.- Libertad a los presos políticos.

2.- Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal. (Instituían el delito de disolución social y sirvieron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes)

3.- Desaparición del Cuerpo de Granaderos.

4.- Destitución de los jefes policíacos.

5.- Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.

6.- Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

El 5 de agosto, una copiosa manifestación estudiantil salió de Zacatenco hasta el casco de Santo Tomás. La UNAM informó que todas las escuelas y facultades habían reanudado labores, excepto Ciencias Políticas.

Para el 13 de agosto se realizó la primera manifestación estudiantil al Zócalo, que partió del Museo Nacional de Antropología. El Consejo Universitario estableció 8 demandas, coincidentes en general con las estudiantiles. Se sumaron al movimiento estudiantes del Conservatorio Nacional y de la Normal Superior. El CNH declaró que la FNET no representaba al estudiantado.

El 22 de agosto el gobierno declaró que tenía la mejor voluntad de dialogar con representantes estudiantiles. Profesores y estudiantes respondieron afirmativamente, siempre y cuando el diálogo se realizara en presencia de la prensa, la radio y la televisión.

El 27 de agosto salió una manifestación desde el Museo de Antropología hasta el Zócalo, donde los estudiantes permanecieron en la plaza e izaron una bandera rojinegra a media asta, que luego fue arriada. En la madrugada, quienes permanecieron allí fueron desalojados por la fuerza pública. Al día siguiente hubo un acto de desagravio a la bandera nacional, al que asistieron trabajadores al servicio del Estado. Nuevo enfrentamiento con fuerzas públicas. Comandos del ejército se apostaron en las cercanías de la Ciudad Universitaria y de Zacatenco.

El 1 de septiembre, el presidente amenazó con sofocar el movimiento estudiantil. El día 7 de septiembre se celebró un mitin en Tlatelolco. Dos días después, el rector de la UNAM hizo un llamado a la comunidad para volver a la normalidad, sin renunciar a sus fines. Hubo división de opiniones en torno al llamado del rector.

El 13 de septiembre se celebró la manifestación del silencio, a lo largo del Paso de la Reforma. Se unieron a ella grupos populares. Fue la más significativa de todas las marchas. Fue una marcha donde no se pronuncio una sola palabra y donde el único sonido era el de los pasos hacia el zócalo. Algunos estudiantes prefirieron ponerse cinta adhesiva en la boca para poder mantenerse callados.

El 18 de septiembre el ejército ocupó la Ciudad Universitaria. Hubo detenidos. Cabe aclarar que las actividades de investigación y administrativas no se habían interrumpido, así como algunas de difusión cultural. Sólo la actividad docente permanecía interrumpida.

El 19 de septiembre, el rector protestó por la ocupación militar, que duró 12 días. La Cámara de Diputados, en voz de su líder Luis Farías, atacó al rector Barros Sierra, quien presentó su renuncia, que no le fue aceptada. La Junta de Gobierno le pidió expresamente que permaneciera al frente de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El 1 de octubre se reanudaron las labores de investigación, administración y, parcialmente, las de difusión cultural. El CNH decidió mantener la huelga escolar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

bottom of page